The Last Dance, es una lección de cómo debe ser editado un documental en cuarentena

Realizar un documental implica inversión de tiempo, dinero y talento. Además de contratiempos y percances que debes resolver sobre la marcha. Pero ¿qué sucede cuando una pandemia te obliga a permanecer en cuarentena?

Eso es lo que le sucedió a la producción del documental The Last Dance, serie de diez capítulos producido por ESPN y emitido por Netflix, que cuenta el ascenso del equipo de basquetbol Chicago Bulls y la trayectoria de su máximo exponente, Michael Jordan.

Sorprendidos a la mitad del trabajo de edición; su director Jason Hehir junto a su equipo de editores tuvieron que anticiparse a una posible cuarentena, llevándose terabytes de información, así como equipos de post-producción para continuar el proyecto de manera remota. Afortunadamente para la producción; el trabajo de grabación, entrevistas y los primeros 6 capítulos ya estaban terminados.

Entre los 4 editores tuvieron que dividirse 10 mil horas de videos entre ellos 500 horas que grabó ESPN en la época del 97-98, temporada en la que siguieron al equipo Chicago Bulls. Además todavía tenían más de 100 entrevistas y cientos de fotografías que revisar. Coincidir toda esta información sin perder el ritmo y narración de los capítulos anteriores fue una tarea complicada sobre todo para el director, acostumbrado a una dinámica de trabajo presencial.

«La colaboración es un factor enorme en un proyecto así. Los momentos más importantes en el proceso creativo generalmente vienen de ideas espontáneas que se generan cuando todos estamos sentados juntos en una sala, mirando algún corte o discutiendo el proyecto durante un almuerzo o cena en la oficina. La eliminación de esos momentos fue dura. Si bien hacemos lo mejor en reuniones de Zoom o cadenas de mensajes, no es lo mismo» 

Jason Hehir, en una entrevista para NBA

Sin embargo a pesar de esa limitación creativa lograron terminaron los últimos episodios en las fechas establecidas. Luego Netflix se encargó de subtitular en diferentes idiomas para ser emitidas cada semana.

Otro elemento importante en la edición de este documental fue el uso de material fotográfico que sirvió para mostrar diferentes periodos de Chicago Bulls y Michael Jordan. Nina Krsti fue la encargada de la investigación fotográfica, buscando en diferentes archivos privados, públicos y personales las fotografías que requería el director y su equipo.

Creo que las imágenes fijas realmente importan en este documental. Especialmente cuando hablamos de los años 60 y 70, o incluso antes, tienes que confiar en imágenes fijas para contar la historia. Hay algunas personas que solo te darán el negativo, o en el caso de los periódicos que no necesariamente tienen las fotos; me señalarán un lugar, libro o anuario donde fue publicado. Entonces es una variedad de problemas con los que uno se encuentra.

Nina Krstic en una entrevista para IndieWire

Aunque el trabajo de Nina estuvo terminado y digitalizado con un sistema de búsqueda de fácil acceso, siempre estuvo atenta a cualquier consulta o duda de parte de los editores.

La cantidad de material de archivo me ha enseñado que no importa lo que encuentres a menos que esté impecablemente organizado. Si el editor no puede encontrar la pieza del material que está buscando, realmente no importa si está allí. Por eso me tomo mucho tiempo al comienzo de cada proyecto para asegurarme que todo el metraje esté registrado correctamente. Normalmente mantengo una base de datos FileMaker que contiene todos los registros además tuvimos dos productores asociados que se encargaron de tener todo registrado en AVID.

Nina Krstic en una entrevista para IndieWire

Estas son los archivos gráficos que Nina Krstic investigó para el documental

La digitalización en el trabajo de Nina es muy importante sobre todo porque esas fotografías se convierten en documentos gráficos de alto valor, que pueden servir para futuros proyectos.

Consultando a Patricia Diaz Murillo, comunicadora audiovisual especializada en investigación gráfica, sobre los archivos de imágenes en Perú, su acceso digital y el uso de internet como herramienta de búsqueda, ella afirma lo siguiente.

«No todas nuestras instituciones tienen imágenes que se encuentren en un catálogo digital. Algunas instituciones públicas y privadas han iniciado la digitalización de su material pero lamentablemente aún no es una práctica extendida. Entonces casi siempre dependemos de la presencia del personal de esas instituciones. Por ejemplo cuando necesito material histórico de medios de comunicación, la mayoría de veces debo acercarme con fechas y nombres específicos para su ubicación y debo seleccionar el material para que sea inmediatamente digitalizado»

«Internet se convierte en una buena herramienta que ayuda a encontrar imágenes pero ahí la tarea es identificar las fuentes, para luego gestionar derechos de autor. Otra opción son las agencias o los bancos de imágenes, que sí cuentan con catálogos virtuales que uno puede revisar desde cualquier computadora, pero sus tarifas muchas veces son elevadas»

Para Nina Krstic, internet también es una herramienta más de búsqueda, que ayuda a tener algún indicio o referencia hacía donde debe dirigir su esfuerzo para ubicar las fotografías o los videos.

Los años 90 son una época difícil, por que es el punto de ruptura entre lo que era digital y no. Algunas cosas todavía están en cintas lo que resultó la pérdida de muchas cosas. No es de mala calidad, solo que no se archivaron bien. Tienes que mirar cinta, tras cinta, tras cinta, porque nadie escribió ninguna descripción al respecto. Siento que mucha gente piensa que todo está en línea. Una gran minoría de fotos en el mundo están en línea. Todo lo demás está en cajas polvorientas y sótanos de personas, esperando ser descubiertos.

Nina Krstic en una entrevista para IndieWire

Es de esta manera como The Last Dance nos demuestra que es posible trabajar a distancia la edición de un documental sin que esto afecte su calidad. La importancia de identificar posibles riesgos fue lo que ayudó a los editores a estar preparados frente a la cuarentena.

Creo que la organización y distribución fue pieza clave en el trabajo de edición, delegando responsabilidades a cada editor, confiando en su criterio y enfoque narrativo. Además parece que la empatía entre el director y los editores favoreció la comunicación de aspectos creativos evitando conflictos que son complicados de resolver por correo o video llamadas.

Queda demostrado que una buena investigación fotográfica también debe considerar un sistema de categorización y búsqueda digital.

The Last Dance terminó siendo vista por 6.1 millones de espectadores en tan solo los dos primeros episodios. Convirtiéndose además en uno de los documentales más exitosos producidos por ESPN.