
Conversando con un amigo sobre la situación que afronta la fotografía frente a la crisis del periodismo; cuyo resultado son varios fotógrafos despedidos o con sueldos muy bajos, recordé el texto que había escrito el fotógrafo Gervasio Sánchez. Quien difundió una cadena de correos entre la editorial Random House Mondador y el ganador del World Press Photo 2012 Samuel Aranda. La editorial no quería pagar por una foto solicitada a Arana, y cuando él pedía alguna explicación, Random House solo ofrecía excusas.
Toda la conversación entre Samuel y la editorial la pueden encontrarla en el muro del Facebook de Gervasio Sánchez. Aquí les muestro algunos fragmentos.
Random House Mondador: …Sería un placer para nosotros, contar con la foto del poeta Marcos Ana. ¿Sería posible que me enviara un archivo con la fotografía y el permiso para reproducirla?
Samuel Aranda: No hay problema, te mando la fotografía y el permiso de reproducción. ¿Qué tarifas tenéis para esta fotografía?
Random House Mondador: De momento los fotógrafos con los que he hablado, al ser un libro de Extremoduro, están colaborando desinteresadamente. Tenemos un presupuesto bastante ajustado.
Samuel Aranda: No entiendo muy bien el concepto «al ser un libro de Extremoduro están colaborando desinteresadamente» yo tengo la manía de cobrar por mi trabajo. Y me sorprende que una empresa tan grande como Random House Mondadori pida fotos gratis. Mi tarifa para publicación en un libro sería de 800 euros, con derechos para publicación una sola vez en este libro y sin poder conservarla en el archivo de vosotros.
Random House Mondador: Siento si no he aclarado bien a lo que me refería. El hecho de que sea un libro autorizado sobre Extremoduro ha sido un reclamo atractivo para los fotógrafos con los que hemos hablado hasta ahora, ya que sumaban su participación desinteresada a un proyecto único en el mercado del libro ilustrado español. Sobre todo porque cuenta con la autorización del grupo que ha confiado en que pudiéramos realizar un libro a la altura de sus expectativas y las de sus fans.
Aunque Random House sea una empresa grande, cada libro tiene su presupuesto y el hecho de que esté profusamente ilustrado para adecuar la calidad gráfica a la del texto, hace que sea muy caro de producir. Eso hace que nos veamos obligados a reducir los gastos lo máximo posible e intentar, sin restarle calidad al libro, la colaboración desinteresada de los fotógrafos que puedan participar. No por ello restamos importancia ni valor a su trabajo, todo lo contrario, ya que sino no intentaríamos que estuviese en el libro. La tarifa de 800 Eur. se nos sale del presupuesto… Espero que podamos buscar una solución.
Samuel Aranda: Supongo que Extremoduro cobra por sus actuaciones, discos y libros, supongo que tu cobras por el trabajo que estás haciendo para producir este libro, supongo que Random House ganara dinero con este libro y supongo que los fans tendrán que pagar por comprar este libro ¿cierto? ¿Entonces me explicas porque tendría que dar yo mi trabajo gratis?
Estoy seguro que encontraréis fotógrafos amateurs o estudiantes que quieran dar gratis su trabajo por el simple hecho de que su nombre aparezca en el libro, seguro que lo conseguís.
¿Qué harías frente a una situación parecida, hubieras cedido tu foto? ¿Crees qué debes pagar derecho de piso, cediendo tu foto y como único pago ver tu nombre en los créditos?
Lamentablemente es una práctica que todavía mantienen algunas empresas. Creo que cada fotógrafo decide si cede su foto, sin embargo, no cobrar por el trabajo realizado puede traer consecuencias a largo plazo. Pueden asumir que si lo cediste gratis una vez, lo harás siempre.