
Fue recién en la secundaría que las ganas de ser bombero me invadieron, razones firmes nunca las tuve, pero siempre tenía las ganas de correr tras una emergencia y poder salvar todas las vidas que pudiera. El destino quiso que terminara siendo fotógrafa y en vez de salvar vidas, lo que hago es fotografiar a estos ángeles salvado la vida de otros.
Homenajes hay muchos hacía los bomberos, pero creo que el verdadero reconocimiento es nuestro total respeto y ayuda. Cualquier cosa que puedas hacer por un bombero y su compañía, hazlo.

¿Quién no tiene un amigo bombero? Yo también tengo algunos, y a pesar de lo precario de sus equipos, de lo reducido de su presupuesto, siempre están con ganas de salir, ellos son así: Listos, preparados y a correr.Pero a pesar de eso siempre los recuerdo con sus inmensas sonrisas, peculiares bromas y reflexiones de la vida.
Esperemos que sigan siempre presentes y ayudando, espero también que podamos ayudarlos todo lo que podamos.
Uno nunca sabe cuando te tocará el día en que un bombero esté sujetando tu mano, mirándote a los ojos, pidiendo que sigas respirando, dándote aliento para seguir viviendo. Mientras eso no ocurra, no permitas que nada impida que un bombero pueda llegar a esa persona a ayudarlo a vivir.
