La innovación educativa, considerada la llave para mejorar la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje del siglo XXI, plantea un desafío considerable para diversos países que concentran sus esfuerzos en su búsqueda e implementación. En nuestra nación está búsqueda se torna compleja, al considerar que todavía subsisten inmensas brechas culturales, económicas y tecnológicas. Acompáñanos a explorar este tema y su impacto en el desarrollo de la educación de nuestro país.
Aquí hablamos de:
- La innovación educativa y sus inicios
- ¿Qué es innovación educativa?
- La innovación educativa no solo es transformación digital
- Obstáculos para la innovación educativa

La innovación educativa y sus inicios
La innovación, originalmente un concepto del sector empresarial, se define como la introducción de algo nuevo o mejorado, ya sea en productos, procesos, estrategias de comercialización o métodos organizativos en una empresa, con el propósito de mejorar sus resultados. A partir de los años 70, el término se expande al ámbito educativo, gracias a investigaciones respaldadas por la UNESCO, marcando su presencia en diversos aspectos como la política educativa, la práctica profesional, la formación de docentes y la gestión institucional.
En la década de los 90 y los 2000, surgen discusiones sobre el futuro de la educación, y los límites de un modelo educativo arraigado en la época industrial, basada en la memorización y repetición de la información. Este modelo estaba diseñado para cumplir las demandas de una sociedad industrializada, que requería mano de obra con habilidades técnicas y rutinarias. No obstante, las transformaciones en las economías modernas han generado una reevaluación de estas habilidades, destacando la importancia de la adaptabilidad, la creatividad y el pensamiento crítico.
La innovación educativa surge como respuesta a ese modelo desactualizado que no prepara a los estudiantes para un entorno en constante cambio. Se necesita, por lo tanto, un sistema educativo flexible, consciente y evolutivo. Para responder a ese contexto, en el Perú se ha establecido una serie de acciones dirigidas por el Ministerio de Educación, que delega a diversas direcciones, como Fondep o Minedulab, la tarea de fomentar una cultura de innovación y de promover iniciativas innovadores de los docentes, mediante un proceso de desarrollo y consolidación que implica 6 fases: intencionalidad, planificación, recursos, implementación, evaluación, y difusión.

¿Qué es innovación educativa?
La innovación educativa representa entonces un cambio profundo, planificado y sistemático, es una transformación cultural que impacta a cada persona, grupos sociales y a la estructura institucional. Este cambio se manifiesta en modificaciones de actitudes, creencias, concepciones y prácticas relacionadas con la educación: como la naturaleza de la escuela, el proceso de enseñanza-aprendizaje, la relación con el conocimiento, la estructura y operación del sistema educativo, y las interacciones entre los diversos participantes. Este tipo de desarrollo de innovación educativa solo ocurrirá si los involucrados reflexionan y cuestionan los alcances de una práctica, idea, proceso, evaluación, metodología o instrumento. Esta reflexión implica compromiso, voluntad y disposición al cambio.
En el país, numerosos docentes están impulsando la innovación educativa a partir de esta reflexión. Como resultado, en el año 2023, se registraron más de 600 proyectos en todo el territorio nacional. De estos, 141 se centran en proyectos de innovación consolidados (diseñados, probados y evaluados). Además, hay 345 proyectos en fase de implementación y 139 proyectos dedicados a la investigación. Este último aspecto implica no solo la realización de actividades de investigación para comprender los problemas y desafíos educativos, sino también la implementación de acciones basadas en los hallazgos de la investigación para promover la innovación en la educación.
Sin embargo todavía persisten metodologías, donde el docente es la única fuente de conocimiento y los alumnos adoptan un papel pasivo, centrados en la observación de una pizarra. Esta situación genera un círculo vicioso, de estudiantes desmotivados y docentes desactualizados. Este escenario contribuye a mantenernos por debajo de la media en los índices internacionales de calidad educativa.

La innovación no es un fin en sí misma, sino un medio para mejorar los fines de la educación.
Wilfredo Rimari
La innovación educativa no solo es transformación digital
El término innovación, originalmente asociado con aspectos tecnológicos en el ámbito empresarial, ha generado confusión al ser aplicado al contexto educativo, que tiene dinámicas de interacción diferentes. Esto ha llevado a algunos profesores a creer erróneamente que la innovación se limita a la introducción de dispositivos tecnológicos o software. Esta percepción errónea también se atribuye al rápido avance de las tecnologías de la información y la comunicación.
Esta confusión, puede limitar la amplitud y profundidad de lo que implica verdaderamente la innovación educativa. Esto puede llevar a una parálisis en los esfuerzos de los docentes, justificada por la falta de recursos tecnológicos. Sin embargo, es importante destacar que se pueden realizar cambios significativos en el proceso de enseñanza sin necesidad de incorporar tecnología. Por ejemplo, se pueden recurrir a juegos de mesa para fortalecer el aprendizaje de conceptos matemáticos, o introducir el ajedrez como herramienta para desarrollar habilidades de cálculo, entre otras opciones.
Es esencial comprender la definición del término e identificar las áreas en las que se puede innovar. El siguiente gráfico proporciona un resumen visual de las áreas propicias para la innovación.

Obstáculos para la innovación educativa
La búsqueda de la innovación educativa enfrenta diversos obstáculos en el camino hacia la transformación del sistema educativo. Uno de los principales desafíos es la limitación de recursos económicos en el sector educativo, lo que dificulta abordar las diversas necesidades de las escuelas. La resistencia al cambio por parte de algunos docentes agrava esta situación, ya que muchos de ellos muestran reticencia a adoptar nuevas metodologías y rara vez generan innovaciones por sí mismos.
Además, el país ha experimentado falta de continuidad en los procesos de innovación educativa, lo que se traduce en una debilidad en el sector. Esto conlleva la interrupción de avances significativos, mejorar prácticas educativas y abordar desafíos específicos, obligando a reiniciar con nuevas propuestas, lo que produce una pérdida de tiempo valioso.
En el siguiente video, conozcamos otros obstáculos que dificultan la adopción efectiva de la innovación educativa.
A manera de conclusión, es importante destacar que aunque la innovación educativa está en desarrollo en el Perú, esta se enfrenta a importantes obstáculos derivados de las brechas sociales, económicas y tecnológicas. Estas brechas aún obstaculizan la adopción de una verdadera cultura de innovación educativa, necesaria para impulsar cambios profundos en las metodologías de enseñanza y en los procesos educativos. Para superar estos desafíos, es esencial adoptar un enfoque integral que nos lleve hacia un sistema educativo eficaz, capaz de cultivar habilidades adaptativas en los estudiantes y mejorar la calidad docente, promoviendo una mentalidad innovadora en todo el sistema educativo.
Fuentes: Marco de la innovación y las buenas prácticas educativas en el Perú-Fondep / Retos y facilitadores del avance de la innovación educativa. Las fuerzas que intervienen en la transformación de la educación- (Sanchez, Gutierrez) / Innovaciones en la educación peruana (Agustín Campos) / La innovación educativa un instrumento de desarrollo (Wilfredo Rimari) / Una conceptualización comprehensiva de la innovación educativa-(Arturo Barraza) / Innovación educativa- (Unesco, 2016)